12 de marzo de 2011

La ira de Dios y la nuestra (1)

 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. Romanos 1.18 (NVI)


No toda ira es pecado. De hecho, tienes derecho a estar enojado con aquellas cosas por las cuales Dios está enojado. Se llama "ira justa". Tienes el derecho de estar de esta manera hasta la puesta del sol. Necesitas mirar en tu corazón  para descubrir la fuente de su ira. 
No importa si has reprimido tu ira o la has derramado; ambas actitudes son igualmente peligrosas. Probablemente ya sabes estopero la ira equivocada no hace nada bueno para tí o para las demás personas que te rodean. Es hora de dejar que Dios reemplace tu ira con amor.

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